Elizabeth Cruz Rodríguez comienza a escribir las páginas de su nuevo capítulo de vida tras la reconstrucción de su residencia por la organización sin fines de lucro One Stop Career Center, una de las cinco que recibieron un donativo de la Fundación Comunitaria de Puerto Rico para el mismo fin. A la fecha, se han reconstruido 55.

Villalba | El pequeño puppy no paraba de corretear por toda la casa. Chú, como le llamó Elizabeth Cruz Rodríguez, llegó hace dos meses a sus brazos. Su presencia le provoca alegría, era evidente al verlos interactuar, más aún cuando se conoce que la mujer de 62 años de edad perdió a su perro Onix poco tiempo después del paso huracán María, al igual que su casa… Los vientos del fenómeno atmosférico arrasaron con el techo de madera y zinc. Lo perdió todo.  

Ya han pasado dos años. Hoy, la alegría no es solo por Chú: la semana pasada Elizabeth inauguró su nueva casa, un techo seguro, reconstruido con la ayuda de organizaciones sin fines de lucro… Dos motivos para celebrar, para pasar la página y comenzar a escribir el próximo capítulo de vida.

“Esto es más de lo que yo esperaba. Esto es una bendición, parecido a lo que tenía antes, pero mucho mejor”, dijo la líder comunitaria del barrio Romero en Villalba, donde está ubicada la residencia, justo al frente de la represa Lago Guayabal.

Desde finales de 2017, Elizabeth ha vivido en una estructura residencial abandonada y a medio construir, sin electricidad ni agua, que pertenece a un familiar y que está encima de un pozo séptico, lo que significa un peligro para su salud y seguridad; la estructura queda justo al lado de la casa reconstruida.

Para sobrevivir, usó extensiones y una tubería, conectadas ambas a su residencia original. Poco a poco fue haciéndose de cosas indispensables, mientras continuaba sus esfuerzos para reconstruir su casa. Elizabeth solicitó ayuda a la Agencia Estatal para el  Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés), pero la agencia solo le dio $9,000, una cantidad insuficiente para levantar la totalidad de la residencia.

Mientras lograba su objetivo, se dedicaba a hacer trabajo voluntario en organizaciones sin fines de lucro como la Cruz Roja Americana y una iglesia, donde se encontraba con historias de personas “en peores condiciones que las mías, y eso me motivó a no llorar”.

La respuesta a su necesidad

Eventualmente, su caso llegó a la atención de la Oficina de Servicios al Ciudadano del Municipio de Villalba y de One Stop Career Center, una de las cinco organizaciones sin fines de lucro que recibió un donativo de la Fundación Comunitaria de Puerto Rico (FCPR) para la reconstrucción de viviendas afectadas por los huracanes Irma y María –los fondos para este proyecto de reconstrucción de vivienda provinieron de una aportación de $1,350,000 de The San Francisco Foundation, donados al Fondo de Recuperación Comunitaria para Puerto Rico de la FCPR, activado tras las emergencias atmosféricas de septiembre de 2017.

“Esto es como salir de la oscuridad a la luz. ‘Salte de ahí. Te vas a morir esperando que te pongan un techo’, me decía mi hijo (Luis Enrique Cabrera)”, cuenta. Él le pedía que se fuera con ella a Atlanta, Georgia, pero ella no quería. “Papi, no me voy a rendir. Va a aparecer alguien que me va a ayudar”, le decía Elizabeth, madre de dos hijos y abuela de cuatro nietos.

El resto de las organizaciones beneficiadas por el donativo de la FCPR son: INDESOVI, Corporación de Desarrollo Económico de Ceiba, Path Stone Corporation Puerto Rico y Ponce Neighborhood Housing Services.

Hasta el momento, 55 casas han sido reconstruidas gracias a este esfuerzo filantrópico.