Participan del proyecto Jóvenes en la Construcción de Loíza. Esta es una iniciativa de Fundación Comunitaria de Puerto Rico (FCPR) y PathStone, enfocada en proveerles acceso a culminar el cuarto año de Escuela Superior, una certificación en construcción, estipendio, participar activamente en la reconstrucción de hogares loiceños, y ubicación en un empleo.

Por Libni Sanjurjo / Oficial de Comunicaciones, FCPR

El programa Jóvenes en la Construcción de Loíza, les marcó la raya. Un antes y un después….  

En septiembre pasado, los hermanos Eliezer y Ezequiel Manso Forty se dieron la oportunidad de participar en un novedoso proyecto de capacitación para la construcción enfocado en jóvenes de Loíza. Para entonces, los hermanos estaban desempleados. “Nos dimos la oportunidad”, comenta Eliezer. “Y fuimos los dos porque hemos hecho muchas cosas juntos, nos apoyamos uno al otro”, agrega Ezequiel.

El proyecto no solo provee la oportunidad de obtener una certificación en construcción, sino también el diploma de Escuela Superior, practicar en seis residencias de las comunidades loiceñas y un estipendio, gracias a una inversión filantrópica de la Fundación Comunitaria de Puerto Rico (FCPR), otorgada a PathStone. La iniciativa, además, facilitará la inserción de los y las 17 participantes en el mercado laboral, una vez culminen el adiestramiento, ya que actualmente en la isla existe una alta demanda de mano de obra en este sector.

“Estoy motivaó. Nunca había estado así”   

Antes de iniciar la capacitación, Ezequiel, de 18 años, solía mecanear con su tío. La construcción no estaba en su panorama, pero ahora sí porque quiere “seguir en esto”, lo que considera un nuevo capítulo en su vida. Lo más retante ha sido manejar el cemento, dice. “Empañetar ha sido duro porque, acho, de eso sí no sabía ná de ná, pero ya lo estamos dominando”, comenta Ezequiel.  

¿Cuál ha sido tu mayor satisfacción?

EZEQUIEL Aprender es lo más que me ha gustado porque no sabía nada de eso. Y estoy motivao, nunca había estado así. Me terminó gustando algo que no había experimentado.

¿Por qué te sientes por primera vez motivado?

EZEQUIEL Es que esa propuesta me llegó. Y mi hermano me motivó, y pues fuimos. No me arrepiento.

Tanto Ezequiel como Eliezer viven, junto a su padre y madre, en la comunidad Las Cuevas en Loíza, y ya contaban con el diploma de Escuela Superior.

“Antes no tenía quién me enseñara”

Eliezer, de 20 años, sí había considerado la construcción, pero “no lo hice antes porque no tenía a alguien que me enseñara”, comparte. Como estaba desempleado antes de esta experiencia, Eliezer ayudaba en lo que podía. “Me gusta trabajar”, dice. Solía, por ejemplo, asistir a su tío con el carro, y a su abuela con su casa. Ahora, sin embargo, sus alternativas se han ampliado… Y quiere seguir desarrollándose en este sector. “Estoy interesado en aprender de la construcción. Me están enseñando cómo se debe de estar enseñando, bien. No sabía bregar con esto, y ahora sé”, destaca Eliezer.

Al igual que los hermanos, los participantes del proyecto, 11 hombres y 6 mujeres, aplican lo aprendido en residencias de la comunidad, bajo la supervisión de expertos. Una de las casas rehabilitadas por los hermanos es la de Veremundo Valdés Quiñones, ubicada en el Pueblo. Valdés Quiñones no estaba residiendo en la casa porque la estaba reparando “poco a poco”, pero ahora esta considerando mudarse. Los muchachos la lavaron a presión, la pintaron y le sellaron el techo. “¡La diferencia es del cielo a la tierra!”, dice Valdés Quiñones.

“Me siento bien alegre y orgulloso, no tanto por mí sino porque ellos se están superando y convirtiendo en hombres de bien y de uso próspero para el país. Yo ya los conocía. Y en lo que yo pueda aportar para que ellos breguen y se mantengan en el camino del bien y progresen como seres humanos, ahí estaré”, dice el hombre de 46 años. 

Eliezer desea que lo que le ha pasado a él y su hermano, pueda ser experimentado por otros jóvenes de la isla porque hay “gente que no está haciendo nada, que le vendría bien”.

Jóvenes en la Construcción de Loíza forma parte de una estrategia amplia de justicia racial y social que la FCPR desarrolla desde 2015 para contribuir al bienestar integral de niños, niñas, jóvenes y familias de este pueblo. Para este proyecto, la FCPR contó con aportaciones de W.K. Kellogg Foundation.  En particular, el proyecto fortalece el capital financiero, humano y físico de los participantes, fortaleciendo así el capital comunitario de Loíza. La iniciativa cuenta con la colaboración de Taller Salud, Ferretería Pagán, Municipio de Loíza y Vitrina Solidaria.

Este es el primero de una serie de artículos sobre el proyecto Jóvenes en la Construcción de Loíza.

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